Invocación (soneto al neoclásico modo)

Renuncio a la amistad de los amigos.
Renuncio a las ausencias tabernarias.
Renuncio a las palabras portuarias
Que me tientan a ir con los lestrigos.
Renuncio ya al calor de los abrigos
Que me cubren con prosas estatuarias.
Libre hacia ti dirijo mis plegarias
¡Oh Diosa del Amor y del Castigo!
¡Oh Diosa sin principio, que avasalla
Lo más humanamente concebido!
A ti me entrego, ¡oh Diosa de la Noche!
Y acepto los flechazos de Cupido.
Tú acepta este presente, humilde broche:
Verso punzado en madera de haya.




Ilustración: Camelia Davidescu

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